¿MI AMIGA LA CALCULADORA?

Escrito por: Juan Francisco Granados


Durante mis 13 años de experiencia en los que he impartido clases de matemáticas a alumnos de secundaria, no ha habido un ciclo escolar en el cual mis alumnos no se vean seducidos por el uso de una calculadora. Normalmente cuando veo que mi alumno hace uso de ella, le hago saber que no es permitido en la clase, provocando cierta incomodidad e incertidumbre en los alumnos, debo aceptar que generalmente los alumnos buscan una razón o justificación válida para permitir su uso y después de argumentarles mis razones, reflexiono sobre mi respuesta negativa, y siempre me orillan a analizar las ventajas y desventajas que podría representar para mi clase incorporándola en ciertos momentos mas no de manera cotidiana. Y es ahí donde se cree que la calculadora y yo somos enemigos y aunque no lo crean, somos muy buenos aliados.

Es hasta tercer grado de secundaria que rigurosamente me acuerdo de mi gran amiga y solicito su apoyo, el cual nunca me niega, pues como les menciono, somos buenos amigos y juntos nos adentramos en el mundo de la trigonometría, también es muy curioso que el ciclo escolar anterior durante las clases virtuales percibí un uso excesivo de la calculadora y ahora noto que cuesta un poco más de tiempo realizar cálculos mentales o se percibe cierta falta de habilidad para responder operaciones básicas, habilidad que estoy seguro y convencido poco a poco volveremos a dominar.

Mi gran preocupación está en promover o no el uso de mi amiga la calculadora, aclarando que en realidad reconozco que es una buena herramienta que facilita diversos cálculos, nos permite ahorrar tiempo y reducir en gran medida la posibilidad de cometer un error, sin embargo, también me imagino la contraparte con niños o adolescentes usando desmedidamente una calculadora sin poner en práctica su cálculo mental o razonamiento lógico matemático.

Quisiera aclarar que no estoy en contra de los avances científicos y tecnológicos que nos brinda este mundo globalizado y mucho menos con la actualización y el uso de herramientas, apps o programas que faciliten la solución de un problema u operaciones matemáticas, sin embargo, si estoy convencido de que en este momento para mis alumnos de secundaria no es lo mejor, ya que, ante la posibilidad de mediar su uso, normalmente los alumnos se exceden y pierden habilidades importantes como memorizar, calcular mentalmente y hasta ganar seguridad para no equivocarse. 

  Para concluir, sé que mi amiga estará dispuesta a apoyarte en todo momento y que si la usas correctamente no te fallará, pero considera y disminuye su uso y fortalece tu razonamiento matemático 

Recuerda, la calculadora es mi amiga y seguro ya la conoces y podemos llamarla nuestra amiga, pero ella es tan generosa que nos esperará en el momento adecuado para apoyarnos y por ahora que estamos fortaleciendo operaciones básicas no es indispensable. Confirmo que la calculadora no es mi enemiga y por el contrario es una gran amiga, tan confiable sincera y dispuesta a mantener nuestra amistad que está a la espera de cada uno de mis alumnos para apoyarlos en el momento indicado, ella sabe que es de gran ayuda pero que por este momento se mantendrá alejada para permitirte desarrollar habilidades cognitivas y está segura que en cuanto la busques te fortalecerá en conocimientos. Estimado alumno te recomendamos fortalecer tu mente, te lo pedimos mi amiga la calculadora y tu profesor Juan Granados.  

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