PLENITUD EN LA POSPANDEMIA…
Hoy parece que vivimos momentos similares a los de un parto, de un futuro muy próximo que nos emociona, pero a la vez nos angustia ante la incertidumbre de que las cosas se puedan complicar a corto plazo. Nuestro tiempo es una extraña mezcla de ilusión y preocupación por el producto que está por llegar y depende mucho de nosotros la postura, la actitud y las medidas que tomamos en este porvenir que se acerca.
Hoy necesitamos miradas más optimistas como formadores de niños y jóvenes que nos toman como referentes ante un panorama extraño y complejo, pero sin duda, muy interesante. Necesitamos trabajar más con nuestras mentes, nuestro interior, nuestros pensamientos y con nuestros hábitos para modificar las mentalidades pesimistas y derrotistas que abundan en nuestros días. Hoy se requiere que experimentemos un gran placer en nuestras actividades, mucho compromiso en nuestras tareas y que encontremos un sentido en nuestra labor cotidiana, pues las depresiones en el mundo van en aumento, ocasionadas en parte por una serie de conflictos en la sociedad, pero también derivadas de un narcisismo y un egoísmo creciente que provoca que todo nos afecte, nos moleste o nos incomode.
A los ojos de Martin Seligman, gran psicólogo contemporáneo, es preciso fomentar en nosotros, en nuestros hijos y en nuestros alumnos, fortalezas con las cuales enfrentar las adversidades y también disfrutar de una manera auténtica la maravilla de estar vivos. Aprender para vivir la vida con inteligencia, conciencia y sensibilidad en la ruta directa a la realización y a la felicidad. Dichas fortalezas o virtudes son la SABIDURÍA, EL CORAJE, LA HUMANIDAD, LA JUSTICIA, EL EQUILIBRIO Y LA TRASCENDENCIA, que unidas a la valoración del tiempo, nos ofrecen todo lo que necesitamos para vivir de una manera auténtica, libre, comprometida y por supuesto, plena…
José Luis Córdova