PRIMERA LLAMADA... PRIMERA
Escrito por José Antonio Pérez Cruz
5 de septiembre de 2022... declaro solemnemente inaugurada la segunda semana de nuestro presente y presencial ciclo escolar 2022 que, tras vencer los periplos de la enseñanza híbrida y virtual, se apresta a llegar con grandes satisfacciones y las enormes esperanzas de quien sabe que nada está escrito.
Déjenme platicarles un poco de los diversos caminos que me han traído hasta estas reflexiones tras la primera semana de clases.
Todo ocurrió lenta pero implacablemente... Desde el lunes 29 de agosto me di el lujo de despertar, día con día, de buen humor aunque con una leve inquietud por lo desconocido.
Cinco días “estrenando” salones transformados en Ambientes de Aprendizaje; cinco días viendo a chicos y chicas desfilar entre los pisos y los pasillos (¡que bonito es nuestro uniforme!); cinco días aprendiendo los nombres de nuestras y nuestros recién llegados estudiantes, ligándolos a sus caras expectantes casi tanto como la mía; cinco días en las que la realidad ha superado con creces lo que esperaba...
“Profe ¿dónde está el 303?”... ¿¡hasta arriba!?” ... “¿a poco todos los salones tienen tele?” ... “el profe nuevo es buena onda” ...
Descubro en cada alumno y en cada alumna un universo completo con la complejidad de lo único e irrepetible, de lo maravillosamente desconocido; de lo posible y lo probable empacado en la envoltura gris y grana de nuestro uniforme. Ni siquiera el obligado cubrebocas puede ocultar los rostros que nos gritan el privilegio que representa participar activamente en su proceso formativo.
Me queda claro que a nuestros chicos no les impresiona la erudición, los nombres de los científicos, artistas, filósofos o las fechas históricas; lo que realmente les resulta significativo es la practicidad de la ciencia, la belleza del arte y los argumentos de la filosofía. Nuestro reto será enfrentarlos día a día,
clase a clase, con a las grandes obras del genio humano, y que la belleza y la verdad les llenen y hagan lo suyo.
Desde esta perspectiva, cada vez que me asomo por la ventana de mi oficina (que por cierto da directamente a los salones y al patio de secundaria... si, todo bajo el “ojo expectante del Gran Hermano”...) , pienso: ¿qué debemos tener las y los docentes para cumplir nuestra encomienda?... dominar nuestras materias, acompañar a las chicas y chicos de modo entusiasta y creativo, ser afables aunque exigentes, comprometernos con el bien ser y estar de cada estudiante...
¿Les confieso algo?
Tras estos primeros cinco días me entusiasma saber que, gracias a la innegable vocación de madres y padres junto al talento y entrega de nuestro cuerpo docente, nuestros alumnos y alumnas tienen todo el potencial para ser personas de bien, con un enorme proyecto de vida a la altura de sus posibilidades. Por supuesto haremos todo lo que está en nuestras manos para estar al mismo nivel con naturalidad, sencillez y buen humor.
El primer objetivo de nuestra labor será, sin duda alguna, hacer consciente a cada alumna y alumno de que es el principal responsable del cultivo de su inteligencia, la sana gestión de sus emociones y de la formación de su carácter.
Como dicen en el teatro: “primera llamada, primera...”