La Historia como educadora de la realidad
Escrito por: Ian Alonso Esquivel López
La vida cotidiana durante esta pandemia se ha limitado al contacto con los familiares inmediatos o a través de la pantalla del celular o la computadora, esa es nuestra situación, pero hay caminos inexplorados, como el observar las estrellas para imaginar la grandeza del universo y el aprender a conocer y entender nuestra realidad. Para hacerlo solo necesitamos de nuestros ojos y de nuestra capacidad de reflexión, pero para hacerlo mejor ocupamos un telescopio y la Historia.
“Historia est magistra, vitae”, la Historia es la maestra de la vida, palabras que el gran orador, político y filósofo de la época romana pronunciaba haciendo referencia a la importancia de la ciencia histórica como portadora de la verdad, como preservadora de la memoria, la cual sin duda, muchas veces queda relegada a una materia cuya función es acumular fechas, nombres de personajes, pero su importancia radica en entender nuestra realidad como seres humanos, en ser participes y actores de nuestro tiempo.
La importancia de la Historia para entender el proceso geopolítico, comprender los ciclos económicos en México, América o el mundo, aprender de la Historia no como una forma sesgada de ver la realidad, sino como un aparato de lo más moderno para entender nuestro sistema mundo, para descubrir parte de los enigmas y verdades sobre lo que normalmente vivimos y no tenemos control, al descubrir que tras cada página, que tras cada libro, que tras cada reflexión, lo que se genera en nosotros es una visión nueva de la vida cotidiana, es una bocanada de aire fresco en este encierro o en cualquier momento, que nos da esperanza de cambiar nuestra realidad al entenderla, que nos pueda motivar a cambiar nuestro entorno al construirlo con una nueva mirada, con una nueva interpretación. La Historia amplia mundos, disgrega tiempos, difumina realidades y así como el telescopio nos acerca a estrellas, lunas o planetas que no podemos visitar, la Historia nos acerca a tiempos, personajes, culturas y experiencias que en otras circunstancias serían imposibles de tener.
En los niños y adolescentes aprender a entender la Historia les sirve como un proceso prospectivo, es decir, con una mirada hacia entender el presente y principalmente el futuro, además de incentivar la curiosidad sobre los procesos sociales y aprender de ellos.
La invitación es a acercarse a la Historia, a este recorrido donde conozcamos la obra de los hombres y mujeres en el tiempo, donde seamos parte de este gran proceso mundial que vivimos y de esta forma al entenderlo podamos generar un cambio cada día.