PIGMALIÓN
Escrito por el Dr. José Luis Córdova
Pigmalión rey de Chipre, esculpe en marfil su obra maestra que toma vida entre sus manos por su gran habilidad. Persevera y recibe el don de Afrodita para que su escultura cobre vida que será su amada Galatea. Logra lo que tanto desea y también refleja su soberbia y su talento, es una gran creación, pero educar no es eso.
Educar es más que traer cosas del pasado al presente; más que usar cosas sin vida para tratar animar personas en las aulas y en los hogares, para que una vez que se muevan solas, se les abandone a su suerte. Es algo muy distinto que crear una obra de arte con nuestras manos y enorgullecernos de nuestra creación como resultado de nuestro egoísmo.
Es tal vez incorporar al mundo a alguien, más que producir personas en serie; es más equipar para una aventura, que dar armas para una guerra;
es más guiar para investigar, que duplicar conocimientos;
es más provocar que incentivar y más motivar que manipular;
más pensar en compañía que repetir datos y cifras;
más acompañar que esculpir y más dar significado que cumplir expectativas.
Es formar hijos y discípulos en libertad, pero no solamente para para que acaten nuestras indicaciones y sigan nuestros pasos, sino para que puedan abrir nuevos caminos e incluso rechazar nuestros paradigmas para construir los suyos y construirse a sí mismos.
Educar es colaborar a la autoformación de otros seres humanos pero sin prisas ni egoísmos, ni agobios, pues como las dimensiones más bellas de la existencia humana, requiere generosidad, amor y tiempo...