El duelo ante una pérdida en estos tiempos de pandemia.
Escrito por: Psic. Erika María Aguirre Jacobo
Un día en el año 2020 nos dimos cuenta que nuestra realidad cambió por completo, llegó un virus a modificar nuestra “normalidad” y entonces nos encontramos teniendo numerosos cambios en la forma de estudiar, de trabajar, de comprar, hasta de relacionarnos, un gran impacto en el área económica, en las rutinas de vida y lamentablemente en la velocidad y forma en la que estamos perdiendo a seres queridos, amistades o familiares.
Por lo anterior, debemos de vivir un proceso de duelo. Este proceso es normal, ya que la muerte es la consecuencia natural de la vida; es único, porque cada pérdida es singular para cada individuo que lo vive; es dinámico, porque tiene diversas fases las cuales no son estáticas y no tiene un tiempo determinado.
El duelo por COVID-19 es diferente a los otros duelos porque el contexto y las circunstancias de la pandemia alteran el proceso y la duración del mismo.
Fases del Proceso de Duelo (propuestos por la psiquiatra: Elisabeth Kübler-Ross):
Desconcierto: es cuando nos enteramos que falleció nuestro familiar o amigo.
Negación: no creer que la pérdida es real y dura mucho más tiempo al no poder ver y/o despedirse de nuestro ser querido fallecido.
Ira: surgen preguntas como ¿Por qué no lo cuidé mejor? o ¿Cómo pudo contagiarse y terminar así?, etc. El enojo es de mayor intensidad y podemos tener conductas autodestructivas como sentirnos culpables o abusar de substancias tóxicas como el tabaco o el alcohol.
Negociación: se afronta la culpa, al reconciliarse con aquello a lo que se dirigió ese enojo y aunque tarda más tiempo en alcanzarse en este contexto de la pandemia, finalmente da paso al compromiso y búsqueda de metas.
Depresión: Son aquellas emociones de tristeza, vacío o dolor intenso conectados con pensamientos hacia el ser querido que falleció, a estas emociones se le suman los provocados por el contexto de la pandemia por el coronavirus como el miedo a morir, la incertidumbre, la soledad y la angustia.
Aceptación: aunque por este contexto cuesta más trabajo, pero será un gran logro reconocer la pérdida y la situación de dolor con sus repercusiones sin buscar culpables ni sentirse derrotado.
Estas fases o etapas no se viven de manera lineal, con esto me refiero a que se puede ir y venir de una etapa a otra o saltarte alguna, etc. Tampoco se viven de igual manera todos, por eso se dice que es un proceso único y dinámico.
¿Qué debemos hacer para resolver el duelo en tiempos de COVID-19?
Combinar tiempos de soledad y de compañía.
Pensar y recordar al ser amado que falleció.
Escribir sobre los sentimientos y pensamientos hacia el ser querido.
Hablar sobre su muerte.
Hacer rituales (en este tiempo de distanciamiento: elaborar un altar, reuniones virtuales con familiares, servicios religiosos virtuales, elaborar un álbum de recuerdos, escribir cartas o hacer dibujos de despedida).
¿Cómo actuar con nuestros hijos (niños o adolescentes), que también viven este proceso de duelo? (ellos también pasan por las mismas fases que un adulto)
Darle su espacio (no atosigarlo).
Mantenerse cerca por si lo necesita.
No juzgar su comportamiento ya que todos procesamos este duelo de diferente forma.
Ser tolerante ante su enfado y cambios de humor.
Propiciarle medios de expresión alternativos: pueden escribir sobre sus sentimientos, escuchar música, dibujar, modelar con arcilla, pintar, etc.
Vivimos en tiempos en los que necesitamos el apoyo emocional de todos aquellos que nos quieren y nos aman.