Practiquemos matemáticas… ¡no te arrepentirás!

Escrito por: Juan Francisco Granados (Profesor de matemáticas sección secundaria)

Ser maestro, guía o facilitador de alguna materia, siempre será un reto que debe asumirse con mucha entrega, entusiasmo y sobre todo amor. Mucho más, cuando la materia a impartir no es de las favoritas para los alumnos ya que generación tras generación nos han hecho saber la dificultad de aprender Matemáticas. 

Sin embargo, el día de hoy, como lo hago en cada una de mis clases, te quiero hacer una grandiosa invitación a acercarte al mundo de las matemáticas de la forma más sencilla y real que te puedas imaginar. 

Siempre he pensado que las matemáticas son tan intensas, divertidas, formativas y sobre todo necesarias, así como la natación. 

Recuerda aquellos tiempos, en los que decidiste aprender a nadar, requeriste:

1.     Decidirte a aprender a nadar

2.     Elegir un lugar de tu agrado y seleccionar el material necesario para aprender a nadar

3.     Sentir la sensación del agua, animándote a entrar a la alberca

4.     Practicar en varias ocasiones hasta dominar algunos de los estilos 

5.     Después de practicar, te sentiste seguro de cambiar de alberca y probar nuevas profundidades o diferentes lugares.

Te preguntarás… ¿Qué tienen que ver las matemáticas?

Es muy sencillo, para lograr aprender matemáticas debes:

1.     Decidirte a aprender matemáticas

2.     Elegir un lugar de aprendizaje de tu agrado donde el profesor disfrute su trabajo

3.     Reflexionar, conocer, participar e interactuar en la clase de matemáticas

4.     Practicar en varias ocasiones hasta dominar ciertos procedimientos o algoritmos matemáticos

5.     Sentirte seguro y confiado para probar nuevas experiencias a otros niveles educativos

La decisión está en ti, sólo tú puedes convencerte de que lo lograrás, sólo tú puedes tomar la iniciativa de practicar este bello deporte llamado Matemáticas. 

Mientras más practiquemos, mayor experiencia tendremos, en ocasiones nos sentiremos cansados, presionados, sorprendidos y en muchas ocasiones satisfecho.

Estoy dispuesto a acompañarte en esa gran aventura, muchas gracias por la atención, espero que aceptes mi invitación, ganarás mucho, perderás nada.

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