Un sueño…

Escrito por: Lic. Ana Maria Santarriaga

1984 es un año que jamás olvidaré. Iniciaba la cristalización de un sueño.

La creación de una escuela. Un lugar donde se pudiera participar en la formación de jóvenes de una manera muy especial. Un lugar pequeño, con pocos jóvenes para poder conocerlos y ayudarlos verdaderamente. Al que asistiera diariamente para atenderlos personalmente. Nunca un gran espacio con mil alumnos a los que no conociera y encargara a unos empleados que van por la paga, no por vocación. Un lugar donde ayudáramos un poco con el gran problema de este nuestro país, la educación, de donde se deriva cualquier otro problema.

Con esta intención abrimos las puertas a jóvenes de Preparatoria, un primer grupo de 22 alumnos de cuarto año, 8 profesores y 4 miembros de personal administrativo e intendencia, en 500 m. 6 salones para clase y lo necesario requerido por la UNAM. Así nació nuestro colegio con el nombre de IDEMI, Instituto de Educación Media Integral.

La matrícula se incrementó en los siguientes años y se tuvo la oportunidad de aumentar nuestro espacio con 250 metros más hacia 1987, año en que vimos egresar a nuestra primera generación.

Hacia 1988 tuvimos la oportunidad de adquirir otros 250 metros más para nuestras instalaciones. Y en 1992, otros 250 metros. Ya habíamos visto la necesidad de construir un Auditorio, la actividad de teatro creció muy exitosamente, tenemos varios reconocimientos con obras que la UNAM premió y se presentaron en los teatros de la misma.

En 10 años más, 1994, se vio la necesidad de abrir Secundaria y poder preparar mejor este nivel que antecede la Preparatoria. Esto ocurrió el año en que también cambiamos nuestro nombre, ¿ por qué el cambio ? Porque teníamos un nivel más, porque queríamos reflejar más lo que somos. Un pueblo mestizo, y nuestro origen está principalmente en el pueblo español y el mesoamericano, y porque somos un lugar donde se imparten conocimientos y se ponen a discusión temas importantes, por esto, se escogió como nuevo nombre para nuestra escuela Liceo Ibérico Americano.

Nuestro trabajo continuó con entusiasmo creciente y viendo el incremento de matrícula y personal. Así, contábamos con 1250 m. 260 alumnos, 35 profesores y 16 miembros de personal administrativo e intendencia.

Hacia 1998, nueva oportunidad de comprar 260 metros más.

Nuestra actividad creció y la matrícula también, teniendo siempre en cuenta no llegar a ser una escuela muy grande porque perderíamos nuestro objetivo inicial.

Nuestro trabajo nos llevó nuevamente a pensar en un nivel más. Preparar a nuestros alumnos más abajo, en Primaria, para darles el nivel que no conseguíamos con niños egresados de otras instituciones.

Por ello, en 2011 abrimos este nivel, con un proyecto muy nuestro, plan de estudio elaborado por nuestras pedagogas y dirigido por la licenciada Iliana Hernández, por supuesto pedagoga también.

En el año 2017 sentimos que la Prepa necesitaba un cambio fuerte, las necesidades de los jóvenes son diferentes, y nuestro propósito es estar siempre a la vanguardia. Se decidió hacer una pausa y pedimos esto ante la UNAM. Estamos trabajando en ello. Queremos ofrecer algo totalmente nuevo y diferente, el proyecto es ambicioso, pero queremos realizarlo con toda esa actitud muy profesional que nos ha caracterizado.

Cada año, entregamos diferencias a nuestra comunidad. Con un proyecto cada vez más amplio y que nos enorgullece totalmente.

Estamos de pie, dando lo mejor, en esta modalidad requerida ahora de educación a distancia, y preparándonos con muchas novedades para un gran retorno a educación presencial. Cambiamos incluso la imagen y los colores en nuestra escuela, que queremos vean los alumnos como una renovación en su escuela y los invite a ser parte de la misma.

El gran sueño de hace 37 años ha crecido constantemente, sin detenerse jamás y cuidando mucho los principios que lo vieron nacer.

Y desde ese principio hemos mantenido el lema que refleja nuestra intención.

Juntos hacia la superación integral.

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Mi experiencia como docente en el Liceo Ibérico Americano de Coyoacán.

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